miércoles, 8 de mayo de 2019

Los tipos de procesos en las decisiones estructurales.



Los tipos de procesos en las decisiones estructurales.

Las decisiones estructurales, llamadas también de hardware, tienen, en líneas generales, más continuidad en el tiempo llevan asociado un volumen de inversión superior y son más fáciles de copiar para los competidores.

El proceso es la clave de los negocios, es un ir hacia adelante, en el transcurso del tiempo,es el conjunto de fases de una operación.

La decisión sobre el tipo de proceso depende fundamentalmente de:
- El volumen de la demanda, de
- La naturaleza del producto y
- El grado de personalización de la salida (output) en relación con los clientes.
 Los cinco tipos de procesos entre los que debe elegir la dirección son los siguientes:

1.- Proyecto o flujo disperso.

Suelen ser procesos de un único producto y de gran complejidad que requieren una gran cantidad de entradas (inputs). Estos recursos se suministran en el lugar donde se fabrica el producto, que no varía durante el proceso de producción.
La secuencia de operaciones y el proceso que forman son únicos para cada proyecto.
Los productos exigen un diseño a medida según las especificaciones del cliente.
La coordinación de actividades y recursos adquiere un carácter crítico.
Los plazos de fabricación son largos y el grado de calificación de la mano de obra es alto.
La flexibilidad entendida como adaptación a los cambios de diseño es muy elevada.

Ej:  el cambio de diseño del sistema de radar original durante la fabricación de un portaaviones. Como ejemplos, se pueden mencionar los astilleros, la industria aeronáutica y aeroespacial, la ingeniería civil, la industria ferroviaria (trenes de alta velocidad), la organización de grandes acontecimientos, la consultoría de alta dirección, la implantación de un software para la gestión integral, el desarrollo de una campaña política, la construcción de un centro comercial, un proyecto vital de una persona, etc.  

2.- Taller o flujo irregular desconectado.

Son procesos diseñados para la producción no seriada en lotes pequeños y con pedidos únicos o en pequeñas cantidades.
Los productos se mueven dentro del proceso productivo.
Los recursos deben ser más flexibles para afrontar diseños diferentes.
La elección de este sistema productivo implica que la organización compite básicamente en innovación tecnológica y flexibilidad.
La mano de obra tiene un grado de especialización elevado y la inversión se dirige a la maquinaria de usos diversos.
A este tipo pertenecen los talleres de reparación de automóviles de amplia gama de reparaciones, la fabricación de utillajes, la estampación y matricería, la fabricación de moldes de inyección, la sastrería a medida, la reparación de relojes, la atención médica de cuidados intensivos, la gestión del correo de entrega inmediata, etc.

3.- Proceso discontinuo o flujo regular desconectado.

A medida que la demanda para el taller va aumentando y la gama de productos se va reduciendo, se empieza a producir en lotes de producto y se va desarrollando el proceso de tipo flujo regular desconectado.
Se está ante una amplia gama de procesos entre el taller y la línea de montaje que producen productos parecidos, de manera repetitiva, normalmente en lotes grandes y en los cuales las operaciones se dividen en grupos especializados, como por ejemplo fresado, torneado y prensado (en una empresa industrial), o radiología, análisis y plantas de especialidad (en un gran hospital).
En este sistema productivo, después de haber procesado un lote de un producto en una operación determinada, se prepara la operación para producir un nuevo lote correspondiente a otro producto.
Las rutas de producción son variables para fabricar el mismo producto. Hay stocks en curso importantes, ya que alguno de los componentes que forman parte del producto final se fabrica por anticipado. La variedad se consigue más por una estrategia de acoplamiento final para cada pedido que por la fabricación por pedido.
Calidad y flexibilidad son las prioridades competitivas fundamentales.

La tejedura textil y la confección, la inyección de plásticos, la fabricación de bienes de equipo, las imprentas, los grandes hospitales, la tramitación de créditos, las gestorías administrativas, etc., constituyen ejemplos de procesos discontinuos.

4.- Línea de montaje o flujo lineal conectado.

El proceso productivo en línea se justifica cuando los volúmenes son suficientemente elevados como para invertir en instalaciones diseñadas para procesos con una secuencia de operaciones fija y equilibrada entre los diferentes lugares de trabajo.
Los materiales avanzan de manera lineal de una operación a la siguiente de acuerdo con una secuencia fija, y se mantiene poco stock entre cada operación.
La inversión es considerable en maquinaria e instalaciones de transporte.
El grado de utilización de maquinaria y equipo es muy alto.
Los productos son altamente estandarizados y se trabaja para un stock de producto acabado; el stock en curso es reducido.
El grado de calificación de la mano de obra es inferior al de los procesos anteriores.
Las prioridades competitivas fundamentales son el servicio y el coste.
Entre los procesos productivos que responden a la línea de montaje se encuentran los de automoción, electrónica de consumo, hardware, embalaje de alimentos, electrodomésticos, juguetes, empresas de comida rápida, reparación rápida de automóviles, tratamiento de la miopía con láser, etc.

5.- Planta procesadora o flujo contínuo automatizado.

El proceso productivo está constituido por una secuencia de operaciones predeterminada y el flujo de materiales es continuo y transferido de una operación a otra por medio de instalaciones altamente automatizadas.
En estas instalaciones, unas cuantas primeras materias se transforman en una gran cantidad de productos acabados.
La intensidad del capital es muy alta, y en muchos casos obliga a producir las veinticuatro horas del día.
Es importante la localización de las fábricas, teniendo en cuenta los altos volúmenes de materiales y de productos acabados.
Las personas que intervienen en el proceso realizan el control y la supervisión.
La prioridad competitiva fundamental es el coste.
Ejemplos de plantas procesadoras son las plantas químicas, las refinerías de petróleo, la industria alimentaria, la producción de bebidas, las acererías, las papeleras, las cerámicas, el teléfono de información horaria, etc. En ocasiones, la planta procesadora se confunde con el proceso discontinuo, ya que también hay quien trabaja con lotes, aunque en este caso el flujo está conectado.

Fuente: Guía de gestión de la innovación Producción y logística, Esade

No hay comentarios:

Publicar un comentario