Los tipos de procesos en las decisiones estructurales.
Las decisiones estructurales, llamadas también de hardware, tienen, en líneas generales, más
continuidad en el tiempo llevan asociado un volumen de inversión superior y son más fáciles de
copiar para los competidores.
El proceso es la clave de los negocios, es un ir hacia adelante, en el transcurso del tiempo,es el conjunto de fases de una operación.
La decisión sobre el tipo de proceso depende fundamentalmente de:
- El volumen de la demanda, de
- La naturaleza del producto y
- El grado de personalización de la salida (output) en
relación con los clientes.
Los cinco tipos de
procesos entre los que debe elegir la dirección son los siguientes:
1.-
Proyecto o flujo disperso.
Suelen ser procesos de un único producto y de gran
complejidad que requieren una gran cantidad de entradas (inputs). Estos
recursos se suministran en el lugar donde se fabrica el producto, que no varía
durante el proceso de producción.
La secuencia de operaciones y el proceso que forman son
únicos para cada proyecto.
Los
productos exigen un diseño a medida según las especificaciones del
cliente.
La
coordinación de actividades y recursos adquiere un carácter
crítico.
Los
plazos de fabricación son largos y el grado de calificación de la
mano de obra es alto.
La
flexibilidad entendida como adaptación a los cambios de
diseño es muy elevada.
Ej: el cambio de
diseño del sistema de radar original durante la fabricación de un portaaviones.
Como ejemplos, se pueden mencionar los astilleros, la industria aeronáutica y
aeroespacial, la ingeniería civil, la industria ferroviaria (trenes de alta
velocidad), la organización de grandes acontecimientos, la consultoría de alta
dirección, la implantación de un software para la gestión integral, el
desarrollo de una campaña política, la construcción de un centro comercial, un
proyecto vital de una persona, etc.
2.-
Taller o flujo irregular desconectado.
Son procesos diseñados para la producción no seriada en
lotes pequeños y con pedidos únicos o en pequeñas cantidades.
Los productos se mueven dentro del proceso productivo.
Los recursos deben ser más flexibles para afrontar diseños
diferentes.
La elección de este sistema productivo implica que la
organización compite básicamente en
innovación tecnológica y flexibilidad.
La mano de obra tiene un grado de especialización elevado y
la inversión se dirige a la maquinaria de usos diversos.
A este tipo pertenecen los talleres de reparación de
automóviles de amplia gama de reparaciones, la fabricación de utillajes, la
estampación y matricería, la fabricación de moldes de inyección, la sastrería a
medida, la reparación de relojes, la atención médica de cuidados intensivos, la
gestión del correo de entrega inmediata, etc.
3.-
Proceso discontinuo o flujo regular desconectado.
A medida que la demanda para el taller va aumentando y la
gama de productos se va reduciendo, se empieza a producir en lotes de producto
y se va desarrollando el proceso de tipo flujo regular desconectado.
Se está ante una amplia gama de procesos entre el taller y
la línea de montaje que producen productos parecidos, de manera repetitiva,
normalmente en lotes grandes y en los cuales las operaciones se dividen en
grupos especializados, como por ejemplo fresado, torneado y prensado (en una
empresa industrial), o radiología, análisis y plantas de especialidad (en un
gran hospital).
En este sistema productivo, después de haber procesado un
lote de un producto en una operación determinada, se prepara la operación para
producir un nuevo lote correspondiente a otro producto.
Las rutas de producción son variables para fabricar el
mismo producto. Hay stocks en curso importantes, ya que alguno de los
componentes que forman parte del producto final se fabrica por anticipado. La
variedad se consigue más por una estrategia de acoplamiento final para cada
pedido que por la fabricación por pedido.
Calidad
y flexibilidad son las prioridades competitivas
fundamentales.
La tejedura textil y la confección, la inyección de
plásticos, la fabricación de bienes de equipo, las imprentas, los grandes
hospitales, la tramitación de créditos, las gestorías administrativas, etc.,
constituyen ejemplos de procesos discontinuos.
4.-
Línea de montaje o flujo lineal conectado.
El proceso productivo en línea se justifica cuando los
volúmenes son suficientemente elevados como para invertir en instalaciones
diseñadas para procesos con una secuencia de operaciones fija y equilibrada
entre los diferentes lugares de trabajo.
Los materiales avanzan de manera lineal de una operación a
la siguiente de acuerdo con una secuencia fija, y se mantiene poco stock entre
cada operación.
La inversión es considerable en maquinaria e instalaciones
de transporte.
El grado de utilización de maquinaria y equipo es muy alto.
Los productos son altamente estandarizados y se trabaja
para un stock de producto acabado; el stock en curso es reducido.
El grado de calificación de la mano de obra es inferior al
de los procesos anteriores.
Las prioridades competitivas fundamentales son el servicio y el coste.
Entre los procesos productivos que responden a la línea de
montaje se encuentran los de automoción, electrónica de consumo, hardware,
embalaje de alimentos, electrodomésticos, juguetes, empresas de comida rápida,
reparación rápida de automóviles, tratamiento de la miopía con láser, etc.
5.-
Planta procesadora o flujo contínuo automatizado.
El proceso productivo está constituido por una secuencia de
operaciones predeterminada y el flujo de materiales es continuo y transferido
de una operación a otra por medio de instalaciones altamente automatizadas.
En estas instalaciones, unas cuantas primeras materias se
transforman en una gran cantidad de productos acabados.
La intensidad del capital es muy alta, y en muchos casos
obliga a producir las veinticuatro horas del día.
Es importante la localización de las fábricas, teniendo en
cuenta los altos volúmenes de materiales y de productos acabados.
Las personas que intervienen en el proceso realizan el
control y la supervisión.
La prioridad competitiva fundamental es el coste.
Ejemplos de plantas procesadoras son las plantas químicas,
las refinerías de petróleo, la industria alimentaria, la producción de bebidas,
las acererías, las papeleras, las cerámicas, el teléfono de información horaria,
etc. En ocasiones, la planta procesadora se confunde con el proceso
discontinuo, ya que también hay quien trabaja con lotes, aunque en este caso el
flujo está conectado.
Fuente: Guía de gestión de la innovación
Producción y logística, Esade
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